domingo, 23 de noviembre de 2014

Región de Coquimbo

Se enmarca entre los 29° 02’ y 32° 16’ de latitud Sur y desde los 69° 49’ de longitud hasta el Océano Pacífico. Su territorio se sitúa en la sección meridional de lo que tradicionalmente se ha conocido como ‘‘Norte Chico’’. En ella se ubica el ancho mínimo del territorio de Chile Americano, que es de 90 km en los 31° 37’ Sur, situado entre el paso de la Casa de Piedra y Punta Amolanas. La capital de la región es la ciudad de La Serena, localizada a 29° 54’ de latitud Sur y 71° 15’ de longitud Oeste, junto a la desembocadura del río Elqui.
Norte, limita con la región de Atacama a través de los siguientes elementos: punta de Apolillado, línea de cumbres que limita por el norte la quebrada Los Choros, poligonal que une los cerros Blanco, Valentín y Capacho, línea de cumbres cerro Capacho a cerro Pata de Sapo, cordón Cachiyuyo, línea de cumbres oriente de la quebrada Pajonal, poligonal que une los cerros Yerbas Buenas, El Guacho, Pajonales y Chañar, línea de cumbres norte de la quebrada Los Choros, línea de cumbres poniente río del Carmen, línea de cumbres norte de la quebrada Guachacán y línea de cumbres sur del río Potrerillos; Este, la República de Argentina; Sur, la región de Valparaíso, cuyos límites pasan por siguientes elementos: la línea de cumbres sur del río Choapa, cerro Potrerillos, línea de cumbres sur del estero Pupío, línea de cumbres oriente y sur río del Quilimarí, cerro Santa Inés y punta Huesos; Oeste, el Océano Pacífico.
De acuerdo a mediciones efectuadas por el Instituto Geográfico Militar (IGM), esta región cuenta con una superficie de 40.579,9 km2, lo que representa el 5,37% de Chile Americano e Insular.

 División Política Administrativa


Relieve

En el paisaje regional, definido por el curso de tres grandes hoyas hidrográficas que cortan transversalmente su territorio (Elqui, Limarí, Choapa), producto de lo anterior, resulta difícil hablar de la existencia de rasgos bien definidos de la Cordillera de la Costa y Depresión Intermedia. Las Cordilleras de los Andes y de la Costa se juntan en un imponente complejo montañoso que todo lo cubre mediante cordones que surcan transversalmente el territorio, al occidente de los cuales se desarrollan grandes planicies que remontan paulatinamente hacia el interior.
En esta región se distinguen claramente, cuatro unidades morfológicas: Planicies Litorales, Cordones Transversales, Encadenamiento Andino Principal y Llanos de Sedimentación Fluvial.

Planicies Litorales: Son planos escalonados de abrasión o sedimentación marinas y/o fluvio---marina con intercalaciones de sedimento continentales que alcanzan su mayor envergadura en las desembocaduras de los ríos y quebradas más importantes, llegando a formar una faja de hasta 40 km de ancho, las que han estado sometidas a procesos de trasgresión y regresión marina. En la latitud de la quebrada Los Choros dichas planices penetran fuertemente hacia el interior, ganando paulatinamente en altitud. En la desembocadura del río Elqui y alrededores, alcanzan su mayor extensión, dado que allí el mar pudo penetrar ampliamente. Entre la punta Lengua de Vaca y Puerto Oscuro casi desaparece, dando paso a una costa abrupta y accidentada. Más al sur adquieren nuevamente dimensiones apreciables, especialmente en las desembocaduras del río Choapa, estero Pupío y río Quilimarí.

Cordones Transversales: Representan las estribaciones occidentales del complejo montañoso andino---costero, ocupando una faja interna de unos 50 km de ancho medio. Conforma un conjunto orográficamente complejo y de difícil penetración, con altitudes que fluctúan entre 600 y 1.000 m Sus principales cordones representan los interfluvios de las grandes hoyas de la región, cuyos principales cursos se constituyen en un solo gran valle al entrar en esta unidad.

Encadenamiento Andino Principal: Está conformado por un conjunto de sierras y cordilleras de disposiciones oblicuas que forman parte del tronco alto y tubuliforme principal de la Cordillera de los Andes. Se caracteriza por la ausencia del volcanismo y por presentar valles de gran desarrollo y profundidad. Las altitudes máximas se empinan por sobre los 4.500 m en la parte septentrional y descienden paulatinamente hacia el sur, donde se presentan sólo sobre los 3.000 m, aunque revelando una nivación más acusada. Las cumbres más importantes son los cerros de Las Tórtolas (6.320 m), de Olivares (6.250 m), del Volcán (5.568 m), Incaguasi (4.767 m), de Los Patos o de Guana (4.855 m) y Bayo (4.330 m).

Llanos de Sedimentación Fluvial: Las nacientes de los ríos principales se arborizan en amplias cuencas de recepción, unificando sus lechos en su curso medio, lugar donde los valles transversales adquieren mayor amplitud. Por contraste, aguas abajo los ríos deben salvar las estribaciones montañosas occidentales y las planicies litorales mediante cajones estrechos y de laderas más abruptas. La superficie de estos valles es planiforme y en ella predominan los sedimentos finos en los cursos medio e inferior, mientras que en el curso superior, rodados y bloques les proporcionan al lecho una tonalidad gris característica.  


Clima

El rasgo dominante en los climas aquí presentes es la aridez, provocada por la subsidencia tropical del Anticiclón del Pacífico. Estas condiciones son apenas suavizadas en invierno, estación que concentra la mayor parte de las muy exiguas e irregulares precipitaciones, con montos levemente superiores en el litoral y en la alta cordillera, y tendiendo a aumentar en sentido latitudinal.
En términos generales, se puede decir que predominan tres tipos climáticos con sus respectivas variedades:
Desierto y Estepa, los que se encuentran separados por la isoyeta de 100 mm, que corresponde aproximadamente al interfluvio quebrada Los Choros-Río Elqui. A ellos debe agregarse el clima de Tundra de Alta Montaña, el cual engloba a aquellos ambientes de la alta cordillera que, por su altitud, presentan temperaturas que nunca sobrepasan los 10°C. Se pueden diferenciar 2 tipos de climas desérticos: Costero con Nubosidad Abundante y Transicional; y 3 tipos esteparios: Estepa con Nubosidad Abundante, Estepa Templada Marginal (Interior) y Estepa Fría de Montaña.

Desierto Costero con Nubosidad Abundante (BWn)*: Forma una pequeña franja adosada a la costa, sus rasgos más característicos son la ausencia de temperaturas inferiores a 0°C, gran nubosidad matinal (humedad relativa media anual 74 %) y precipitaciones extremadamente variables y escasas. Todos los meses tienen un promedio térmico entre 10° y 20°C y presentan una oscilación diaria media de sólo 7,5°C, producto de la influencia marina.

Desierto Transicional (BW1)1*: Al oriente del tipo climático anterior, se desarrolla un medio árido de ancho variable, sometido al influjo de la inversión térmica producida por la subsidencia anticiclónica, y que registra exiguas y variables lluvias invernales. Hay notables diferencias en el ritmo de las temperaturas con relación a la costa y, al mismo tiempo, en la transparencia de la atmósfera, que se hace más intensa coincidiendo con el decrecimiento de la humedad atmosférica.

Estepa con Nubosidad Abundante (BSn)*: Se extiende desde la quebrada Honda hasta la latitud de Quilimarí, aproximadamente, en una franja costera de ancho variable. Su elemento más relevante es la nubosidad nocturna y matinal originada por la subsidencia de aire subtropical y el mar frío adyacente. Las precipitaciones promedio varían desde los 100 mm en el límite Norte hasta aproximadamente 275 mm en su extremo meridional. Prácticamente todo el año registra temperaturas medias diarias sobre los 5°C y la media anual se presenta alrededor de los 15°C. En algunos lugares la cercanía al mar, las condiciones topográficas y vegetacionales interceptan la nubosidad costera, creándose las condiciones ideales para la existencia de algunos climas locales como los que se presentan en Fray Jorge y Talinay, en los que subsiste una vegetación boscosa relicta.

Estepa Templada Marginal (BSIW)*: Ocupa el centro de la región, englobando a la mayor parte de los valles de los ríos Elqui, Limarí y Choapa. Presenta un promedio térmico anual que oscila entre 14° y 16°C. Sin embargo, en verano los promedios mensuales se ubican entre 18° y 20°C. La oscilación diaria media es de 11,4°C en Ovalle, 12,4° C en la Paloma y 14°C en Vicuña, lo que refleja el creciente grado de continentalidad. Desde la latitud de Combarbalá aproximadamente aparecen temperaturas mínimas inferiores a 0°C. Las precipitaciones oscilan entre 100 y 250 mm y se concentran en un 80 a 90 % entre los meses de mayo a agosto.

Estepa Fría de Montaña (BSk’G)*: Se extiende en una franja longitudinal entre los 1.500 y 4.000 m de altitud aproximadamente, ocupando parte importante de la región. Sus principales características son la ocurrencia de precipitaciones sólidas, la sequedad y transparencia de la atmósfera (diafanidad), es aprovechada por los observatorios astronómicos como El Tololo y La Silla. Las variaciones de las temperaturas se encuentran influidas por la altitud, registrándose oscilaciones diarias superiores a 10°C. La temperatura media anual fluctúa entre 8° y 10°C, oponiendo un verano cálido al invierno frío. Los montos anuales de las precipitaciones varían de norte a sur desde unos 100 mm a 300 mm; del mismo modo, se incrementan el número de meses húmedos de 3 a 4,5. 

Hidrografía

A partir de esta región hacia el sur, los ríos poseen caudales suficientes para llegar al mar, aún cuando en verano lo hacen con dificultad. Estos cursos de aguas, por su vital importancia en un medio semiárido, definen la presencia de suelos de alta calidad en los fondos de valles y terrazas contiguas.
Los sistemas hidrográficos principales son tres: Elqui, Limarí y Choapa, los cuales poseen un régimen hídrico de tipo nival y pluvial, esto significa que presentan sus altos caudales medios entre noviembre y diciembre, y una llena secundaria en invierno. La irregularidad de las lluvias logra imprimirle rasgos torrenciales, lo que se manifiesta en los amplios cauces secos y en las avenidas inusitadas que se precipitan periódicamente.

El río Elqui drena una hoya hidrográfica de 9.436 km2 de superficie, corriendo en casi toda su extensión por valles bien conformados. Los ríos Claro y Turbio, sus tributarios principales, le aportan con caudales medios de 3,9 m3/seg, respectivamente. Posee un embalse de 40 millones de m3 de capacidad en el río Laguna, el cual constituye el 25% del caudal disponible en la primera sección.

El río Limarí tiene una hoya de 11.927 km2. y posee un sistema regulador de sus aguas sobre la base del sistema de embalses Recoleta, La Paloma y Cogotí, que suman una capacidad de mil millones de m3 y está formado por 2 ríos que nacen en la divisoria de aguas de la Cordillera de los Andes, el Grande y el Hurtado; ambos se originan en partes donde existe nivación abundante, aunque el primero posee una hoya 2 veces superior. Su caudal medio cerca de la desembocadura es de unos 9 m3/seg; sin embargo, esta cifra puede variar por la regulación del gasto que produce el sistema de embalses antes señalado.

El río Choapa tiene una hoya más pequeña; su superficie alcanza a 8.239 km2. Sin embargo, su caudal medio es de 11,4 m3/seg debido al aumento de las lluvias. Es un río que se conforma en el ámbito andino, y solamente en su curso medio recibe su afluente principal, el Illapel. Aparte de estos 3 sistemas importantes existen otros 3 de carácter secundario que no nacen en la alta cordillera, sus cursos tienen menor longitud y, en algunos casos, traen agua en forma intermitente dada su alimentación casi exclusivamente pluvial. Se trata de la quebrada Los Choros, en un medio netamente desértico; el estero Conchalí o Pupío y el río Quilimarí.

Vegetación

La fitogeografía está tipificada por las condiciones ecológicas determinadas por la influencia de los valles más importantes, las nieblas costeras y la intrincada red de cordones transversales. La densidad y envergadura de la vegetación son mayores y en los fondos de valles aumenta de norte a sur y disminuye de mar a cordillera. En este contexto el hombre ha actuado intensamente sobre el retroceso y recuperación de las áreas de distribución de los tipos vegetales nativos. El clima incide fundamentalmente en el desarrollo y el repoblamiento de las especies, de tal manera que las comunidades vegetales autóctonas presentan un tapiz de cobertura pobre, irregular y disperso, que tiene su mayor desarrollo hacia los relieves litorales y valles inferiores de los ríos. Se pueden distinguir claramente 7 formaciones vegetales:

Jaral Costero: Formación abierta en la que dominan las plantas suculentas y de follaje fuertemente coriáceo, destacándose algunos arbustos siempre verdes y cactáceas de considerable importancia fisonómica, como guillave, copao y sandillón. Ocupa los faldeos inferiores de las planicies litorales hasta quebrada Honda. Entre las especies arbustivas dominantes está el amancay, cacho de cabra y pingo-pingo.

Jaral Desértico: Más al interior domina una formación abierta que presenta especies de baja altura y de carácter xerofítico. Presenta una gran discontinuidad en el espacio, apareciendo manchas poco cohesionadas entre espacios vacíos. Las especies arbustivas dominantes son jarilla, cachiyuyo, pingo---pingo y brea.

Tolar: Es un matorral relativamente denso, de hasta 1 m de altura, que se encuentra en los faldeos y cordones interiores de la cordillera hasta los 31° 40’ de latitud sur. Dominan aquí plantas arbustivas de hojas y ramillas resinosas y de follaje oscuro, como tola, dadín y tolilla a las que se asocian pingo---pingo y especies del género Atriplex.

Estepa Costera: Matorral bajo, muy abundante en cactáceas y especialmente desarrollado al pie de las abruptas murallas costeras, caracteriza el paisaje. Entre las cactáceas dominan quisco, guillave y copao, y entre los arbustos, hualtata y pegajosa. El chagual o cardón forma asociaciones casi puras en los suelos más pobres y secos. Al interior de esta formación, en los altos de Fray Jorge y Talinay, se generan condiciones micro climáticas que permiten la subsistencia de la agrupación forestal más septentrional del país. El sotobosque recibe en la forma del rocío el equivalente a 1.000 mm de lluvia anual, generándose un bosque hidrófilo mixto siempre verde en el que se encuentran especies arbóreas que aparecen mucho más al sur, como el olivillo y el canelo. Dicho bosque es uno de los fenómenos vegetacionales más interesantes de Chile.
 
Jaral Subdesértico: Hasta la latitud de Combarbalá y ocupando el centro de la región se desarrolla una vegetación muy semejante al jaral descrito anteriormente, pero de mayor densidad. En los sitios más húmedos aparecen el guayacán, algarrobo y romerillo; y en los sectores rocosos o de fuerte exposición existen comunidades de copao, quisco y chagual.

Matorral de Espino: Aparece bien constituido a partir del río Limarí, en donde suplanta al jaral, extendiéndose en forma bastante degradada por el centro del territorio y ocupando preferentemente los fondos de valles y quebradas. Su aspecto es el de un matorral ralo en el cual el espino se asocia con arbustos esclerófilos como litre, molle, quillay y otros.

Estepa Andina: Se extiende por los faldeos andinos y cumbres marginales en sitios protegidos por el viento, en un piso altitudinal entre los 3.500 y 4.000 m Está constituida principalmente por gramíneas xerofíticas que forman champas perennes mezcladas con algunas comunidades de arbustos enanos. A menudo se ve interrumpida por grandes extensiones desnudas o por vegas formadas por afloramiento de agua provenientes del derretimiento de nieves o aguas termales. Esta formación constituye el espacio en el que emplazan las ‘‘veranadas’’ que sustentan el ganado proveniente de los valles y la costa durante el período estival.

Población

El poblamiento prehispánico de los valles, la estructuración colonial y la actividad minera posteriormente, han determinado un patrón de poblamiento regional, el que permanece hasta nuestros días. Se debe recordar que la ciudad de La Serena es la segunda ciudad más antigua del país.

De acuerdo al XVll Censo Nacional de Población y Vl de Vivienda, realizado en abril de 2002, su población registrada es de 603.210 habitantes, representando un 4% de la población total del país. La densidad es de 14,86 habitantes/km2. Esta población está concentrada en las ciudades de La Serena y Coquimbo, las que se encuentran conurbadas.

Los valles de los ríos Elqui, Limarí y Choapa representan los ejes principales de doblamiento regional, ubicándose en ellos las principales ciudades, tales como: La Serena, Ovalle e Illapel, con la excepción de Coquimbo cuya principal función es portuaria. Por otro lado la minería concentra algunos centros menores como es el caso de Andacollo y Punitaqui. Desde el punto de vista de género, el volumen de población femenina de la región, representa 50,7%, en tanto que los hombres conforman el 49,3% restante. A nivel provincial (Gráfico N°8), la situación se presenta similar en Elqui y Limarí, con porcentajes del 51,1% y 50,7%, respectivamente. La situación opuesta se encuentra en la Provincia de Choapa, donde los hombres representan 51%.

Atractivos Turísticos de Coquimbo

Gracias al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) aprobado por el Gobierno Regional para el proyecto de “Diversificación y Fortalecimiento de la Oferta Turística de la Región de Coquimbo”, Sernatur Región Coquimbo lanzó en septiembre de 2012 la nueva folletería que contribuirá al conocimiento y difusión de la oferta regional.
El material será distribuido en las Oficinas de Información Turística  (OIT) de Sernatur en las distintas regiones del país, en las ferias promocionales nacionales, en las oficinas de turismo municipales y en los lugares de alta concentración de visitantes como aeropuerto u otros servicios. Además, está disponible en formato PDF en esta sección de nuestro nuevo  portal web.

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